Lo que hoy llamamos «películas de acción» es el género favorito del cine comercial. Son películas en las que hay tiros, muertos, persecuciones en coche/barco/avión, un poco de intriga, suspense, toques de humor (en muchas ocasiones), escenas con movimiento y música trepidante.
Dentro de este amplio concepto hay muchos géneros, casi cualquiera puede tratarse como una película de acción. Policíaco, bélico, western, ciencia ficción, fantasía son los que más se prestan, pero hasta una gran historia romántica puede convertirse en una película de acción con el armamento suficiente (Sr. y Sra. Smith, 2005).
Y con las películas de acción siempre va un protagonista fuerte, guapo y sin escrúpulos para apretar el gatillo. Robert Redford, Clint Eastwood, Dustin Hoffman, Jack Nicholson, De Niro, Kevin Costner, Al Pacino, Tom Hanks, Nicolas Cage, Denzel Washington, Bruce Willis, Forest Witaker, Collin Farrell, Matthew McConaughey, Harrison Ford, Vin Diesel, Jason Statham, Clive Owen, Brad Pitt, Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Mel Gibson, Keanu Reeves… Nos podríamos aburrir diciendo nombres y mucho de ellos con uno o más óscars detrás.

Tradicionalmente es un género de machotes. Supongo que no es muy fino que una dama ande por ahí sudada y pegando tiros a diestro y siniestro, pero el público manda y el público pide mujeres fuertes, guapas y sin escrúpulos para apretar el gatillo.

Ya es común, encontrar personajes femeninos en este tipo de películas, pero aún no igualan en número, los personajes protagonistas con los hombres. Tiempo al tiempo.
Creo que cuando Hollywood deje de hacer remakes, tendremos una avalancha de este tipo de personajes. Ya lo veréis.
Para mí, la pionera (no se me ocurre otra más veterana y si alguien sabe, que lo deje en comentarios, por favor) es Sigourney Weaver, Alien El octavo pasajero (1979) puso a sudar a más de uno en la butaca y a la pobre sangento Ripley, a pasarlas canutas.

Em 1997, Demi Moore se atrevió a vestir uniforme y raparse la cabeza en La teniente O’Neil, pero no la dejaron ganar del todo. Eran otros tiempos. No considero que se trate de una película de acción como tal, pero de aquellos mimbres…

Y mención especial para Sandra Bullock en Speed (1994), que no pegó ni un tiro, pero demostró que los papeles femeninos podían funcionar y brillar en este tipo de cintas.

Después, tendríamos que dejar que terminase el s. XX y que pasaran ¡20 años! para tener otra protagonista corriendo, saltando y pegando tiros de la mano de un videojuego y de Angelina Jollie: Tomb Rider (2001).

Los guionistas de videojuegos tuvieron más visión que los productores de cine y Resident Evil (2002) nos dio otra gran heroína: Mila Jojovich. Ya había intervenido en El quinto elemento (1997) con Bruce Willis.

Mi visionario favorito tuvo otra revelación, Tarantino nos regaló una Uma Thurman brutal en Kill Bill (2003). Sin comentarios.

No tan brutal, más femenina y sensible, sigue Jennifer Lawrence en Los juegos del hambre (2008). Y a partir de aquí, los papeles protagonistas se disparan. El best seller en papel y celuloide hace despertar la industria cinematográfica.

Agente Salt (2010), Angelina Jollie, la incombustible.

Colombiana (2011), Zoe Saldaña, también actriz secundaria en la saga Misión Imposible.

Divergente (2014), Shailene Woodley.

Wonder Woman (2017), Gal Gadot. Por fin, los superhéroes bajan el nivel de testosterona.

Máquinas mortales (2018), Hera Hilmar.

Las grandes superproducciones invierten en heroínas siempre a rastras de éxitos de videojuegos o de novelas o novelas gráficas. Las inversión se hace siempre a tiro fijo, pero viendo la proliferación de protagonistas femeninas fuera del ámbito holliwoodiense, preveo que esto irá a más y a lo grande. ¡Coged ya las palomitas!
Largo y tendido podríamos hablar sobre la evolución de los personajes en los últimos 40 años, sin embargo, creo que ya tienen casi las mismas motivaciones e intereses que los masculinos.
PD: Seguro que me he dejado en el tintero a tu actriz favorita o encuentras que falta alguna película. Déjame un comentario y la incluimos en la lista. (Guiño, guiño).
By María Arenas

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