El que más y el que menos, interesado en los pueblos prehispánicos de mesoamérica, y por culturilla general, conoce el dios Quetzalcóatl, «la serpiente emplumada». Es el dios-señor principal de los pueblos prehispánicos de centroamérica. Es el más representado y más vistoso, ya que se escenifica como una serpiente con plumas de colores brillantes. Es el dios principal en Chichén Itzá, en cuya pirámide durante los equinoccios la serpiente emplumada baja la pirámide al ponerse el sol.
La pirámide de Chichén Itzá desde arriba es im-pre-sio-nan-te. El que no haya subido, ya no podrá hacerlo. Al parecer, a los turistas les daba por suicidarse desde arriba.
Quetzalcóatl es el dios del sol, de la fertilidad, del conocimiento y de lo guay.
Pero a mí, me va más Tezcatlipoca. Es el dios de la noche, de la luna y de las estrellas. Lleva en el pecho un espejo de obsidiana, a través del cual puede ver los pensamientos y los sentimientos de los seres humanos. Del espejo sale un humo mortal que mata a los enemigos. Su color es el negro. Tiene el poder de estar en todo lugar y por ello le llamaban todopoderoso. Es el dios del norte y del viento frío; el creador del aire y la música.
Los espíritus de los muertos deben presentarse ante Tezcatlipoca para acceder al inframundo. Tiene muchos nombres: norte y viento, el árbitro, el que piensa y rige por su propia voluntad, el siempre joven, el invisible, el enemigo, el que da y quita la riqueza, el protector de los esclavos…
Ambos dioses son hermanos y cuenta la mitología que ambos crearon el mundo, pero era un gran océano en el que vivía el monstruo de la tierra. Tezcatlipoca, que a mi parecer era el más valiente e ingenioso de los dos, ofreció su pie como señuelo al monstruo de tierra y lo mordió, así ambos pudieron capturarlo y estirarlo para convertirlo en la tierra.
Mientras que Quetzalcóatl era el dios de todo lo espiritual y elevado, Tezcatlipoca es el señor del mundo y de las fuerzas de la naturaleza.
Aunque pueda parecer el primero más oportuno para el oficio de escribir, me temo que es el segundo el más inspirador.
Tezcatlipoca es el dios de la belleza y de la guerra, señor de héroes y muchachas. Aparece en la tierra para tentar a los hombres y luego castiga la maldad. Es la fuerza que emana de las cuevas para propiciar el conocimiento interior y de la mente humana. Se asocia a los poderes psíquicos como la telequinesis y la adivinación. Es también el dios de los sentidos, la intuición, el intelecto y también la energía física.
Tezcatlipoca me da más juego.
By María Arenas

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