Operación Caronte es un reto personal. Es el reto más grande al que me he enfrentado en mi vida. Y ahora, que estamos al término de lo fundamental (o al inicio de la criatura, como se quiera ver), puedo explicar cómo lo he hecho. No quiero dar consejos, que no soy quién. No quiero dogmatizar ni enseñar a otros cómo hay que hacer las cosas o saltar las zanjas, pero sí quiero explicar cómo lo he hecho.
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William Faulkner
Con él empezó el sueño. Fue un soñador de fortaleza, para mi gusto, inquebrantable que ganó el Nobel y dos premios Pulitzer. Es toda una inspiración.
“La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”. William Faulkner
Los sueños pequeños se pierden de vista, porque las adversidades se los tragan. Escribir una novela y publicarla es un sueño enorme. De verdad.
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Procrastinación y pereza KK
La palabra procrastinación se ha puesto de moda y puede parecer un anglicismo o palabreja extranjera, pero proviene de latin: pro (adelante) crastinus (referente al futuro). Los romanos ya sabían de esto. Posiblemente sea un mal que sufre el hombre desde el principio de los tiempos.
Se trata de postergar para más adelante hacer algo, porque hacerlo supone un cambio o dolor o incomodidad, que el cerebro trata de evitar. Nuestro cerebro es un poderoso manipulador sin escrúpulos y nos hará ser perezosos, vagos o nos atormentará con sensaciones como el cansancio, el dolor físico, el sueño, etc.
La única forma de salir de la procrastinación es obligarse a hacer, sea en las condiciones que sea. Al principio, el resultado será un churro monumental, después irá mejorando.
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Un plan
¡Oh, bendita televisión! ¿Quiénes son los reyes de los planes? EL EQUIPO A
Un plan tiene etapas y logros medibles que se pueden superar uno a uno.
Primero: planear la novela: investigación, esquemas, personajes, etc.
Segundo: escribir el primer borrador.
Tercero: corregir.
Cuarto: informe de lectura y lectores cero…
«Pasito a pasito», como diría el gran Luis Fonsi.
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Constancia y acción
No hay que parar ni un solo día. Haz lo que sea necesario para no dejarlo pasar. Hay que invertir en el plan todos los días, aunque sea diez minutos. Mejor diez minutos más, que nada.
Es duro. Es difícil. La rutina nos devora por dentro y por fuera, pero puedo estar orgullosa de decir que yo lo he hecho.
By María Arenas

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